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“Nuestro cuerpo no es botín de guerra” Voces de mujeres sobrevivientes de violencia sexual en Colombia

“Nuestro cuerpo no es botín de guerra” Voces de mujeres sobrevivientes de violencia sexual en Colombia

Las mujeres hablaban pausadamente contando una a una sus historias: “Me violaron varios hombres”, “mataron a mis hermanos”, “violaron a mis tres hermanas frente a mi padre”, “violaron a mi madre por haber desertado”, “me secuestraron y fui torturada y violada en varias ocasiones”, “Me violaron y después violaron a mi hija” , “tengo una hija producto de una violación”, ”he tenido que ver mujeres violadas, mutiladas, empaladas…”. Estas son solo algunas de las frases que nos quedarán retumbando en la mente y en el alma, tratando siquiera de atisbar en alguna medida la profundidad inimaginable del sufrimiento crónico e imborrable de éstas mujeres.

Estos testimonios fueron compartidos el pasado 22 de Mayo de 2.015 durante el Taller: “Más allá de la supervivencia” realizado por el Grupo Opciones con mujeres provenientes de diferentes zonas de Colombia, gracias a la iniciativa y gestión de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, con la cooperación de OIM.

Compartir sus historias con otras mujeres, conocidas y desconocidas, que han vivido experiencias similares y que entienden mejor que nadie la dimensión de su dolor, les permite abrir sus corazón y les brinda la fuerza necesaria para seguir adelante. Y ese fue el mejor recurso que se creó a través de esta experiencia: se sembraron semillas para la creación de redes de apoyo que constituyen herramientas fundamentales para brindar consuelo, estimular el coraje y generar ideas y acciones en beneficio mutuo.

Estas mujeres han sido liderezas en sus comunidades y han transformado su dolor en estímulo para ayudar a otras mujeres que han vivido experiencias similares. A pesar de que algunas de ellas se encuentran amenazadas, todas luchan por ser escuchadas, por sacar a la luz y poner voz a los vejámenes ocultos por el secreto y la vergüenza, buscando justicia y reparación. Algunas han tenido procesos  de ayuda para sanar sus heridas, otras han sido impulsadas por una fe inquebrantable en un Dios que las acoge y las redime y otras han tratado de sanarse solas. Todas, valientemente, se ven a si mismas como sobrevivientes de un drama oculto para la mayoría de las personas que vivimos en este país, con la convicción de que ser solidarias y valientes también forma parte de su proceso de curación interior.

Ellas compartieron sus vivencias, para dar una luz de esperanza a aquellas mujeres que también han sufrido de violencia sexual. Sus voces dicen:

  • “Que el dolor y la desesperanza no nos amilane. Somos las mujeres las llamadas a generar los grandes cambios sociales. Con fuerza y coraje, levantemos nuestras voces”.
  • “Con una mirada positiva, con voluntad propia y deseos de superación, lograremos nuestra igualdad de derecho”.
  • “Es hora de parar la guerra en los territorios y en los cuerpos de las mujeres. Hemos sido objetos de los hechos. Hoy exigimos ser sujetos de derechos”
  • “Camina libre. Sé Libre”
  • “Desde la oscuridad a la luz de la verdad. Te acompañamos. Sigue. Lucha. Estas viva.”
  • “Las mujeres colombianas hemos sido el pilar de los hombres y llegó la hora de que seamos reivindicadas en nuestros derechos”.
  • “Una nueva vida nos espera. La luz de la esperanza y el trabajo en equipo nos fortalecerá”
  • “No es hora de callar, es hora de contar. Te cuento. Me hirieron. Me pasó”. “Es hora de romper el silencio”. “No calles. Denuncia. Habla. Cuéntale a alguien de confianza”.
  • Hagamos el duelo juntas
  • “Mujer eres grande. Nunca lo olvides. Nunca”
  • “No permitas que los hechos sucedidos te roben el resto de tu vida. Seamos felices sin olvidar, porque recordar sin dolor es vivir. Sana tu corazón”
  • “Tenemos derecho a reparación integral. Por eso no podemos seguir callando. No al silencio. Denunciemos”.
  • “Todo tiene su tiempo. Tiempo de llorar, tiempo de sufrir, sobretodo tiempo de reír y de paz. Llegó el tiempo de reparar.”
  • Mujer, tu estas viva, lucha por tus sueños”
  • “Las mujeres sobrevivientes exigimos una reparación integral efectiva con verdad y justicia social”.
  • “Fuerza. Fuerza”.
  • “Ayudar y aprender a escuchar. Sanar heridas”
  • Nuestra meta es la resistencia.
  • “Mujer, fuente inagotable de ternura y amor”
  • “Esfuérzate. Sé valiente. Rompe el silencio”
  • “Mujer, tu puedes sanar tu alma. Que Dios te bendiga”.
  • “Queremos paz y garantía de no repetición”
  • “El buen juez por su misma casa empieza. Enseñemos valores y principios a nuestros niños”.
  • “Nuestro cuerpos no es botín de guerra. Ustedes pueden. Decídanse”
  • “Si decidiéramos ser protagonistas en lugar de victimas, dejaríamos de perder el tiempo culpando a los demás y tendríamos energía para diseñar la vida que queremos vivir”.
  • “Oye mujer, tu eres la luz que alumbra en la oscuridad. Tu con tu amor llenas el mundo y le das seguridad. Si violaron tus derechos y tu integridad, no lo pienses, no lo dudes, hay que denunciar. No podemos estar ciegas ante la injusticia. No podemos estar mudas ante la verdad”.
  • “La sangre de Cristo te ama siempre y te cubrirá por siempre”.
  • “Ánimo mis mujeres. No al silencio, No al feminicidio. No a la impunidad. P’adelante. Que Dios me las cuide”.
  • “Dios le da las más duras batallas a sus mejores soldados”
  • “Querer es poder mujeres”.

Estas voces merecen ser reconocidas, escuchadas y apoyadas.

Por: Claudia Sánchez Salamanca